Economia

viernes, 21 de agosto de 2015

El fenómeno de los linchamientos crece ante la impunidad en Venezuela


Rafael Hernández /NTN24 Venezuela.- El intento de asalto de una mujer con su bebé en Lomas del Ávila, Caracas, originó una cadena de sucesos que devino en el intento de linchamiento de 4 sujetos el pasado 14 de mayo. Esa urbanización está, como un nido, sitiada por el barrio marginal más grande de Latinoamérica, el José Félix Ribas.
La mujer gritó, lloró, intento huir y el escándalo alertó a la comunidad, que empezó a bajar y arremetieron contra los delincuentes hasta que fueron socorridos por funcionarios de Polisucre cuando estaban a punto de ser linchados.

Ese fue el tercer linchamiento (o intento) del 2015. A continuación la estadística se eleva atropelladamente para alcanzar 25 sucesos de esta naturaleza: en junio hubo 4; en agosto, 10.

Otro elemento alarmante es que la mayoría no responde a reacciones colectivas en contra de crímenes atroces o abominables, como violaciones a menores, sino que detonan por hechos delictivos menores como robos.

El 4 de agosto Guido Pérez (44) fue asesinado en la comunidad Monseñor Arias en la carretera Petare – Santa Lucía cuando su esposa lo botó de su casa. Pérez tomó la calle, bajo el efecto del alcohol, y abordó a una menor de edad para ultrajarla. Logró escapar pero un grupo de sujetos en moto lo apalearon, le amputaron manos y pies y luego lo rociaron con gasolina y lo incendiaron.

Un día después, en Caricuao, Yorbin Ortega fue tiroteado, quemado y linchado bajo la acción de nueve personas de la comunidad por haber estado presuntamente involucrado en robos.

Ambos sujetos fueron objeto de sucesos similares, bajo presuntos hechos delictivos de distinta naturaleza y proporción.

Javier Gorriño, experto criminólogo y criminalista, explica que “cualquier comunidad está cansada ya del hampa, si logran capturar a un delincuente cualquiera, lo linchan. Es como una venganza que llevan adentro. Hay un odio concentrado hacia el delincuente, entonces el primero que cae va a pagar todo ese odio contenido”.

“Porque es que la gente siente que la policía no llegará y que si llega soltarán al delincuente a los 5 minutos. Entonces toman la justicia en sus manos”, expresa Gorriño y explica que “se pierde la responsabilidad legal cuando es un grupo de personas”.

“Lo que llama más la atención es la atrocidad con la que se llevan a cabo los linchamientos. No es solo matarlos (a los criminales), sino quemarlos y amputarlos, en fin, es un odio que hay hacia el delincuente como figura, no hacia el delincuente que capturan”.

Gorriño asegura que estas acciones no cohiben a otros criminales de accionar en ciertas comunidades o zonas, que al contrario, esto los vuelve “más violentos”.

Expone que la condición esencial de este fenómeno está originado por la falta de respuesta del Estado. “La impunidad e inseguridad que tenemos es por la inacción del Estado. Se ha limitado a demostrarle a la ciudadanía que algo harán con un operativo, como las OLP (Operación Liberación al Pueblo), por la cercanía de la fecha de las elecciones parlamentarias. No es lo indicado ni necesario”. Concluye el criminalista y criminólogo.

La diputada al Parlatino, Delsa Solórzano, expuso un informe en marzo de 2015 en el que señaló que “el Ministerio Público (registró) en Delitos Comunes en 2014, 351 mil 321 casos, de los cuales fueron a juicio 5.426, es decir, 98,45 de índice de impunidad”.

Por su parte, el sociólogo y director de la oenegé Paz Activa, Luis Cedeño, explica que: “Los linchamientos se dan generalmente cuando los delitos son fundamentalmente ruines, como casos de violaciones o asesinatos infantiles, porque generan reacciones muy fuertes en las comunidades cuando no se les da respuesta por parte de las autoridades. Recientemente vemos algo diferente, responde a otro patrón: las comunidades están organizándose para el caso en que logren capturar algún delincuente y su nivel de tolerancia ha bajado. Ahora no solo se trata de crímenes muy cuestionados, sino que ya los delitos comunes pueden fácilmente originar la muerte del victimario”.

“En sectores populares donde se siente más agudamente la indefensión, traducida como el abandono de las autoridades de sus labores de vigilancia, resguardo y prevención (del delito), las mismas personas han decidido que si se da la situación de captura de un delincuente, ya hay un ritual que incluye el linchamiento”, expone Cedeño.

“No hay en la conciencia de estas personas un estado de derecho o una institucionalidad que vele por la aplicación de sanciones proporcionadas a los delitos”.

NTN24 le preguntó ¿bajo qué características se debe encontrar una sociedad para volcarse a estas acciones?

Cedeño concluyó que “el linchamiento es la manifestación más clara del fracaso del Estado en la administración del monopolio de la violencia”.

El recuento de linchamiento

El 22 de enero, Ronald Mantilla (22) fue muerto a golpes por dos sujetos que lo acusaban de delincuente en Mamera, Caracas.

El 26 de febrero, en el estado Nueva Esparta, quemaron vivo a Jhonatan Guzmán por presuntamente violar a una niña de 12 años.

En Valencia intentaron linchar a dos motorizados por presuntamente dedicarse a secuestros escolares, el 20 de marzo.

Cuatro sujetos fueron objeto de un linchamiento frustrado por robo a una mujer y su bebé, el 15 de mayo en Lomas del Ávila, Caracas.

El 15 de junio, en Ocumare, le quitaron una escopeta a Ángelo González (20) cuando intentaba robar una casa. Con esta la golpearon hasta matarlo.

El 18 de junio, en el estado Carabobo, lincharon estrangulado y golpeado a José Hernández (38) por presunta violación.

El 23 de junio, más de 300 personas golpearon a un presunto violador hasta la muerte y quemaron su cadáver en Los Teques.

En el estado Táchira, apuñalaron y quemaron a Julio Palomo por robo el 24 de junio.

A Eduardo Flores (24) y Jorge Ceballos (30) los golpearon, tirotearon y amarraron por abusar de una mujer mientras la robaban, en el estado Carabobo, el 1 de julio.

El 13 de julio Andry Díaz (22) fue matado a golpes, pedradas y palazos en el estado Zulia por presunto robo.

El 2 de agosto lincharon a Guido Pérez (44) por intento de violación en una comunidad del km 13 de la carretera Petare – Santa Lucía.

A Yorbin Pérez (20) lo tirotearon e incendiaron el 5 de agosto, en Caricuao, Caracas, por robo.

El 7 de agosto lincharon a Alejandrina Orta (54) fue linchada por ser madre de un sujeto que presuntamente había matado a un adolescente, en Santa Lucía del Tuy.

El 9 de agosto, en el estado Mérida, dieron muerte a Franklin Dorante (22) por intento de robo a una casa de familia.

El mismo día, lincharon a Yorgenis Jaspe (23) por atraco a una unidad de transporte en Los Valles del Tuy.

En Terrazas del Club Hípico mataron a cuchilladas a un ladrón de residencias, el 11 de agosto.

El 12 de agosto lincharon a un motochoro que presuntamente robó a una señora en Los Ruices, Caracas.

El 16 de agosto intentaron linchar a un motorizado que intentó robar en La Candelaria, Caracas.

En Táchira, el 17 de agosto, intentaron linchar a un sujeto por querer robar una tablet.

El 18 de agosto lincharon a machetazos a un ladrón de baterías de carro, Lázaro Iriarte (24) en el estado Aragua. Fuente: Diario Frontera

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