Economia

jueves, 2 de julio de 2015

Tildan de insostenible y deprimente situacion del Hospital Universitario


Si bien la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) es muy clara al establecer que el Estado tiene la obligación de garantizar a todos los ciudadanos el derecho a la salud, como parte del derecho fundamental a la vida, ese principio parece haberse desvirtuado.

Actualmente, el panorama que se aprecia en los diferentes centros asistenciales de la red pública, evidencian un cúmulo de problemas y carencias de los que dan cuenta médicos y pacientes del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (IAHULA), cuya situación ha sido calificada por estos como “insostenible y deprimente”.
“Falta de todo”

Tras recorrer las instalaciones del principal centro de salud de la entidad merideña, se aprecia la angustia de familiares a flor de piel.

Todos se encuentran desesperados por la falta de insumos tan básicos como jeringas, yelcos, catéteres, soluciones fisiológicas, gasas, adhesivo, y medicamentos como los antibióticos. Hasta se sienten impotentes al ver que sus pacientes, lejos de mejorar, empeoran sus cuadros clínicos, producto de los continuos retrasos en la administración de los tratamientos.

“En el hospital falta de todo, por eso tenemos que dar carreras de farmacia en farmacia buscando lo que aquí nos piden, muchas veces sin éxito, pues las medicinas no se consiguen ni dentro, ni fuera del hospital, eso lo que hace es complicar las enfermedades de nuestros familiares”, lamentó Yesenia Vargas.

Para Ramón Vergara, residente de cirugía general, esa situación resulta muy grave, ya que explicó que en la mayoría de los casos, principalmente cuando se trata de antibióticos, no se pueden suspender los tratamientos, porque la administración intermitente de este medicamente puede hacer que la bacteria se vuelva resistente al mismo y “ese es el pan de cada día aquí”, aseguró.

Vergara agregó que “todas esas dificultades lo que hacen es agravar el estado de los pacientes, ellos son los que padecen, ya que todo lo que aquí se pide, tienen que sufrirlo y buscarlo hasta por debajo de las piedras, además de que lo que se consigue tiene precios exorbitantes”, dijo,  al tiempo que resaltó que tanto el equipo médico como el de enfermería, trabaja con las uñas para poder atender y tratar a los pacientes.

“Enfermarse en Venezuela es un drama”

Un especialista que labora en el HULA, quien solicitó no ser identificado por miedo a represalias, aseveró que “enfermarse en Venezuela es un drama”, ya que todas las áreas están colapsadas, la emergencia, los quirófanos, y las zonas de recuperación, pues no hay ni siquiera camas disponibles, los equipos médicos están dañados, por lo que hay grandes limitaciones en la realización de exámenes de prevención y diagnóstico.

“En los pisos no hay aspiradores de gleras, ni cosas tan simples como un termómetro o tensiómetro, el quirófano no escapa a este drama, pues no hay suturas adecuadas, estamos trabajando con suturas de hace 20 años, porque las de material no absorbible no las hay, y pare de contar”, detalló.

Es ampliamente conocido que el Hospital Universitario carece de equipos para la realización de tomografías, y en el área de rayos X, los familiares de los pacientes deben tomar una foto a la pantalla que muestra las imágenes radiográficas, pues desde hace mucho tiempo no hay material para imprimir los resultados de este tipo de exámenes.

Quirófanos sin lámparas

Asimismo el jefe de residentes de cirugía general, Alfredo Ramírez, explicó que son muchos los pacientes que se encuentran a la espera para someterse a cirugías, intervenciones que para muchos son de carácter vital y eso ocurre porque al igual que las demás áreas del hospital, esta también carece de insumos esenciales, porque según señaló Ramírez, faltan hasta guantes.

Igualmente, los quirófanos necesitan por lo menos dos lámparas cialíticas para funcionar, sin embargo en el HULA, solo cuentan con una por pabellón, “las cuales se averían con mucha frecuencia, por lo que nos vemos en la obligación de trabajar con lámparas auxiliares, de muy baja calidad”, lo que supone riesgos innecesarios para los pacientes, es por esa razón, que muchas cirugías son suspendidas, prolongando más la recuperación de las personas.

Así las cosas, es evidente que el artículo 84 de la CRBV, el cual reza (…) el sistema público nacional de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad (…)”, es letra muerta. Diario Frontera

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