La tensión entre los seguidores de Leopoldo López y los simpatizantes del Gobierno venezolano se acentúa cuanto más cerca se siente la sentencia contra el líder opositor preso, prevista para este jueves. Durante la mañana se produjeron algunos incidentes en las inmediaciones del Palacio de Justicia en el momento de la llegada de la mujer de López, Lilian Tintori y su familia. Una pequeña plaza de Caracas se convirtió en el espejo de un país polarizado, donde la rabia y el odio conviven en fatal armonía.
Las dos furgonetas en las que viajaban la familia y sus asesores tuvieron que estacionar a unos 200 metros del Palacio y atravesar a pie la plaza Diego Ibarra, donde desde hacía horas se concentraban seguidores de Voluntad Popular. “¡Fuerza y fe!”, “¡Liberen a Leopoldo!”, gritaban mientras Tintori traba de hacerse paso entre la muchedumbre. A diferencia de la semana pasada, cuando apenas hubo réplica por parte del oficialismo, en esta ocasión el chavismo convocó a sus simpatizantes en el mismo lugar y a la misma hora. Desde un camión parado en la misma plaza un hombre con un micrófono arengaba a los chavistas: “¡Fuera los fascistas de Venezuela!” “¡Hay que acabar con la oligarquía!”.Mientras más se acercaban al Palacio de Justicia, el paso de Tintori, la familia y los asesores de López se volvía cada vez más complicado. El encajonamiento de gente propiciaba que simpatizantes del Gobierno prácticamente se tocasen con los de Voluntad Popular, sin que la Guardia Nacional Bolivariana decidiese intervenir, quizás para tratar de evitar una marabunta. El cruce de gritos pasó a ser de insultos y en algunos momento se lanzaron objetos entre ambos. La tensión iba en un aumento. Los chavistas arremetieron también contra algunos periodistas y quemaron algunas banderas naranjas de los seguidores de Voluntad Popular. La formación aseguró, a través de un comunicado, que uno de sus simpatizantes murió de un infarto como consecuencia de los incidentes.
La tensión mermó cuando Tintori consiguió atravesar la plaza y acceder al Palacio de Justicia, donde este jueves se espera la sentencia contra su marido, en lo que se presupone una nueva jornada maratoniana. La sesión se presupone que será la última, según dio a entender la juez Susana Barreiro el pasado jueves, aunque nada garantiza que vaya a ser así.
Barreriro postergó la decisión contra el líder opositor la pasada semana después de que durante siete horas la defensa expuso sus argumentos. Este jueves está prevista la réplica por parte de la Fiscalía, quien durante todo el juicio ha sido la única parte en presentar testigos –a López no le han permitido; los acusados tendrán derecho a intervenir acto seguido. Se espera que los tres jóvenes encausados junto a López –hay un cuarto, Marco Coello, que según la Fiscalía huyó a Miami en u vuelo comercial y cuya causa se separó del resto- hablen durante unos 20 minutos, mientras que el líder de Voluntad Popular aprovechará las tres horas que se le permiten.
López se encuentra preso en la cárcel de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, desde febrero de 2014. Exalcalde del municipio capitalino de Chacao y líder del partido Voluntad Popular (VP), afronta cargos por instigación pública, asociación para delinquir y determinación en daño e incendio. La pena a la que se enfrenta puede ascender a 13 años, aunque también podría ser mayor.
La decisión de la juez Barreiro es motivo de constantes rumores desde la pasada semana en Caracas. Desde el día de su detención, el Gobierno venezolano, que ejerce control sobre el Poder Judicial, ha responsabilizado a Leopoldo López de las protestas callejeras de Caracas y otras ciudades del país de enero a junio de 2014, que provocaron la muerte de 43 personas y cientos de heridos. El fallo condenatorio es uno de los escenarios que se barajan, pudiendo implicar que el acusado permanezca en la cárcel o que se le condene a una pena inferior a ocho años, con lo que podría cumplir arresto domiciliario, una situación en la que ya se encuentran el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma y Daniel Ceballos, también líder opositor y compañero de partido de López.
La defensa de López, cuya familia, con su mujer Lilian Tintori a la cabeza, ha emprendido una campaña internacional este último año y medio para contrarrestar la propaganda del Gobierno, mantiene que el juicio se ha fabricado a partir de pruebas falsas y consideran que no hay motivos para condenar al líder opositor. Para ellos, solo hay una salida posible: la libertad. Fuente: Diario Frontera
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