Esta semana definitivamente marcó a Venezuela como un país de violencia e inseguridad desbordada. No fue solamente el caso de Monica Spear, fueron muchos más, pero el que puso a Venezuela en el ojo de la tormenta fue el asesinato de la ex reina de belleza y su esposo. Lamentablemente el lunes le tocó a ellos enfrentar una situación que les terminó cegando la vida, los perpetradores no recularon ni siquiera al ver a su hija pequeña en el asiento trasero ¿que clase de gente puede ser tan despiadada? Los que saben que no pagarán por sus crímenes, pues en éste injusto país hay cárcel para quien no sigue los lineamientos del gobierno, pero no hay cárcel para los criminales de verdad.
El domingo pasado en Mérida fue asesinado el compañero Hector Moreno, estudiante de FACES-ULA en su lugar de trabajo, la protesta pacífica se hizo sentir en Mérida durante la semana, pero hoy arremetieron de una manera desmedida en contra de las personas que fueron a exigir justicia en el circuito judicial. Parece que ahora exigir que se cumpla la ley es un delito.
Ya no tenemos ni el libre derecho a la protesta en nuestro país, parece que al incapaz e ineficiente de Maduro no le interesa que la gente protestes ni por sus derechos.
Personalmente me siento fuera de lugar, éste no es el país donde mis padres soñaron que creciera, estudiara y trabajara, así como yo habemos muchos en éste momento, pero no podemos abandonar la lucha, no podemos permitir que nos arrebaten nuestro bello país.
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